HACE MUCHO TIEMPO
Hace mucho tiempo a la luz de una ausencia dolorida un deseo
escribió sus sueños en lienzos blancos hechos folios. Con pinceladas azules de
letras sin forma fue recorriendo las cuatro esquinas de un océano llamado
soledad.
Sobre las paredes transparentes de sus deseos fue pintando los anhelos
que nacían en carne viva cuando el silencio paseaba por entre sus manos
dolientes, cuando el vacío llenaba la habitación a oscuras de un corazón a
solas. Puso cortinas de músicas irisadas en el aire de su alma para soñar
primaveras en un salón con paredes de invierno, y en su ventana dibujó
amaneceres tras los cristales opacos de la madrugada.
Hizo de sus pasos un mapa de sentimientos para recorrer entre
sueños los deseos que nacen al calor de los recuerdo. Guardó el tic tac de
aquel tiempo en un libro hecho esfera, sin números ni agujas, y lo cerró bajo la llave
azul de una mirada.
El cielo de su corazón lo llenó de sueños transparentes que
esparcían un aroma de besos cada vez que soñaba, y de sus anhelos hizo letras
azules que guardó entre sábanas blancas de folios en flor.
Con sus pasos hizo un
camino entre renglones, y lo llenó de emociones que nacen al borde de la espera,
en ese espacio donde el tiempo parece no pasar, donde la madrugada es amiga y
cómplice, donde se difuminan las fronteras de la realidad, donde los sueños
cobran vida a la espera del nuevo día.
Hace mucho tiempo miraba la luna llena y buscaba entre sus
sombras blancas las caricias que se quedaron dormidas en la cuna de su cuarto creciente,
y buscaba también las sensaciones que
escribió sin letras una mirada a contravía a la luz de un deseo entre dos
estrellas de luz ambarina.
A la luz dorada del
ocaso entre amaneceres mira más allá del horizonte tratando de encontrar las
caricias de un poema hecho deseo, de una sonrisa bordada en unos labios a punto
de beso, de un abrazo que ilumina el corazón y acaricia el alma.
Hace mucho tiempo hasta la ventana azul de los sueños
llegaban alegres y cantarinas las luces irisadas de unas luciérnagas en el
espejo de una mirada. En sus danzas de luz escribían sensaciones sobre un folio
que se llenaba de colores.
Sobre una nube de madera hecha mesa, un sueño hecho
folio y un rayo de luz hecho bolígrafo
duerme en silencio a la espera de un nuevo día, duermen esperanzas al calor de
una hoguera donde danzan los deseos.
La noche pasa, el tiempo se ha acurrucado entre las letras
por nacer. En un ático en la madrugada mis sueños duermen, mis letras sueñan…a
la espera.
Hace mucho tiempo.
Imagen bajada de la red