lunes, 26 de diciembre de 2022

 

                                                               RAILES

Eran dos raíles  sueltos en un relato de letras azules sobre renglones de calles blancas tendidas al sol. Dos horizontes con nubes de océano y universo en la mirada, dos pasos con caminos paralelos y una meta indefinida.

Raíles de notas en blanco y negro en el pentagrama de un mar sin riberas, dos letras sin alfabeto de un vocabulario sin hacer. Y escribieron sueños de poema en papel de luna llena y sol de alba y ocaso.

Raíles sin notas ni música que sonaban entre versos de arroyo en flor y una ventana llena  de sol en una mirada  cómplice.

Raíles de silencios en las fronteras de un deseo en voz baja, de un sueño con mayúscula en las fronteras de una realidad que nacía y moría en las nubes blancas de un folio.

Raíles de libros con hojas de arena para escribir garabatos de agua, con olas de sonrisa y letras de espuma azul.

Raíles de una vía hecha de amaneceres en una estación llamada hora, para adentrarse en un mundo que llaman vida.  Arroyos de aguas transparentes y riberas azules de anhelos contenidos.

Y en un recodo del tiempo fluyeron paralelos cantando canciones de cañas verdes bajo un puente hecho de silencios y noche cuajada de estrellas, con velo de luna de plata y traje de cuatro fases.

Raíles en  vuelo asimétrico  de dos golondrinas que cruzaron sus sueños azules sobre un cielo hecho de día, con aroma de canciones entre rimas al atardecer.

Raíles de agua de un sentimiento llamado lluvia, que de vez en cuando regaban con flores azules y aromas de sueños la blanca tierra de una almohada con dos fronteras en la realidad.

Raíles de manos que estrecharon una realidad que se hizo efímera y dibujaron el mapa de un mundo que no existe, allende del país de los sueños. Raíles multicolores de dos flores con aroma de arco iris y pétalos  de eterna primavera.

Raíles  que el tiempo  guardó en una foto una noche con olor a luna llena y cortina de estrellas en la mirada.

Y llegaron a un recodo al final de un renglón azul.

Cada uno escribió sus vivencias  y emociones, anhelos y sueños en un libro hecho almohada, y se quedaron dormidos.

Al despertar  unas letras con olor a libro nuevo habían escrito en un folio … Se te olvidó amar.  



                                      Imagen bajada de la red

                                 https://youtu.be/TGIw60UKiKw