sábado, 25 de mayo de 2019


                                                               DOS LETRAS

Recién nacidas desde el corazón azul de un bolígrafo con alma transparente, dos letras se encontraron en las fronteras invisibles de una nube hecha folio. Vestían traje de oro y atardecer una, y la otra vestido de luna llena. Sentadas al borde de una playa en el aire, con las olas de la ilusión bañando sus formas, hicieron de sus anhelos la espuma que llegaba hasta la orilla de la realidad, para volver a ser sueño y deseo en el mar infinito.
La luz del atardecer contaba sueños con letras de púrpura y oro, rosa y fuego, y soñaba juegos con las nubes donde escribía con letras de ensueño y poemas con rimas de versos encarnados. Vestida de luna llena contaba sus sueños a la luz de sus letras de plata. Soñaba paisajes de luz transparente, soñaba con ser sueño en una almohada blanca de poesía, ser folio para unos caminos que se iluminaban con la luz de sus pasos, y encender los paisajes que nacen en ese espacio difuso que vive entre el ocaso y el alba.
También deseaba ser la mano que encendía la luz en la mente de los poetas que viven sus sueños con la luz de la luna llena.
Luz del atardecer soñaba ser música en la ventana del amanecer, en el balcón del mediodía, en el espejo de una mirada al ocaso; quería ser notas de oro y pinceladas en blanco y negro en un pentagrama que nacía al salir el sol y se dormía en la almohada de la tarde.
Vestida de luna llena deseaba ser canción de arrullo en una tonada a la luz de un sueño para dos, y caricia de imposibles en el folio irisado de un techo de estrellas.
Luz del atardecer deseó ser aroma en flores nuevas,  y paisaje verde en primavera,  y horizonte de luz en el  verano, y caricia cálida en otoño, y abrazo de hoguera en el invierno.
Y prometieron encontrarse por las calles del día, cuando el sol juega con las sombras y la luna con las estrellas, con un dado de tres caras. Suenan pasos de tic tac en un deseo hecho folio. Un bolígrafo duerme bajo su capuchón azul. Un blog de tapas azules se ha cerrado con la última de sus hojas en blanco de nieve. Se ha apagado la noche en una habitación hecha almohada, mientras unos pasos descubren el día por las aceras de la realidad.
Sobre una playa hecha folio una ola de silencio con espuma de olvido ha borrado unos renglones transparentes. Un sueño entre dos almohadas ha estado a dos letras de ser realidad en un mar de letras azules.  
 
                                   
                                        Imagen bajada de la red
                                        https://youtu.be/fq-Ht00wsm0