sábado, 12 de octubre de 2019


                                   MOMENTO         

Un renglón azul dibuja el horizonte por donde asoma un sueño blanco hecho folio. El suave aleteo de unas letras sobrevuela el marco sin riberas de un mar que se hace sentimiento, y se funde en los latidos de un corazón que busca.
Sobre la arena blanca de una mesa he  extendido los recuerdos que invento cada día, cada instante, buscando ser realidad cuando el siguiente tic tac sea la ventana por donde entre lo que el anhelo sueña y lo que el sueño desea.
La mirada busca entre paisajes inventados aquel momento efímero y fugaz, y  que el corazón  hizo eterno e infinito. Busca también las palabras que se quedaron en las fronteras de la realidad, desnudas de voz y vestidas de deseo.
El corazón busca en su cajón de sentimientos el rastro emocional de aquellos latidos que removieron los cimientos de la realidad, y que dejaron huellas de emociones en una piel que se abría de par en par con solo presentir.
Las pautas en blanco y negro de un pentagrama hecho paisaje miran afanosas entre sus notas los compases que nacían en arco iris, cuando dos miradas se hacían un horizonte, y sonaban acordes dorados al calor de un beso a flor de piel.
Las manos invocan inquietas aquel vuelo que nunca nació entre dos ilusiones en las fronteras de una mirada. Dos cielos cruzaron el espacio transparente de un sueño, y en sus formas sin límites se hicieron golondrinas azules, y escribieron rimas de carne y beso.
Y aquel espacio se llenó de emociones de cristal que brillaban al alba con luz de amanecer, y jugaban con la cal y las sombras al calor del mediodía, y se hacían de oro y carmesí con tonos de ocaso en la mirada. Y al llegar la noche se hicieron estrellas para hacerle un vestido de gala a la luna. Y en sus fiestas con traje de fases ser sus compañeras y cómplices.
El silencio evocó el momento infinito de callar la realidad y que hablaran las emociones, en un lenguaje sin letras ni palabras, hecho tan solo de latidos y miradas. Y allí se quedaron grabados para siempre.
Hoy, al comienzo de un folio en blanco, al principio de un renglón azul mis letras encienden tu nombre, aún sabiendo que no existes.
 
  
                                     Imagen bajada de la red.
                                     https://youtu.be/pqPIJBhDmAs?list=RDpqPIJBhDmAs