MOMENTO
Un renglón azul dibuja el horizonte por donde asoma un sueño
blanco hecho folio. El suave aleteo de unas letras sobrevuela el marco sin
riberas de un mar que se hace sentimiento, y se funde en los latidos de un
corazón que busca.
Sobre la arena blanca de una mesa he extendido los recuerdos que invento cada día,
cada instante, buscando ser realidad cuando el siguiente tic tac sea la ventana
por donde entre lo que el anhelo sueña y lo que el sueño desea.
La mirada busca entre paisajes inventados aquel momento
efímero y fugaz, y que el corazón hizo eterno e infinito. Busca también las
palabras que se quedaron en las fronteras de la realidad, desnudas de voz y
vestidas de deseo.
El corazón busca en su cajón de sentimientos el rastro emocional
de aquellos latidos que removieron los cimientos de la realidad, y que dejaron huellas
de emociones en una piel que se abría de par en par con solo presentir.
Las pautas en blanco y negro de un pentagrama hecho paisaje
miran afanosas entre sus notas los compases que nacían en arco iris, cuando dos
miradas se hacían un horizonte, y sonaban acordes dorados al calor de un beso a
flor de piel.
Las manos invocan inquietas aquel vuelo que nunca nació entre
dos ilusiones en las fronteras de una mirada. Dos cielos cruzaron el espacio
transparente de un sueño, y en sus formas sin límites se hicieron golondrinas
azules, y escribieron rimas de carne y beso.
Y aquel espacio se llenó de emociones de cristal que
brillaban al alba con luz de amanecer, y jugaban con la cal y las sombras al
calor del mediodía, y se hacían de oro y carmesí con tonos de ocaso en la
mirada. Y al llegar la noche se hicieron estrellas para hacerle un vestido de
gala a la luna. Y en sus fiestas con traje de fases ser sus compañeras y
cómplices.
El silencio evocó el momento infinito de callar la realidad y
que hablaran las emociones, en un lenguaje sin letras ni palabras, hecho tan
solo de latidos y miradas. Y allí se quedaron grabados para siempre.
Hoy, al comienzo de un folio en blanco, al principio de un
renglón azul mis letras encienden tu nombre, aún sabiendo que no existes.
Imagen bajada de la red.