Desde mi ático
lunes, 22 de septiembre de 2025
sábado, 15 de marzo de 2025
LA DAMA DE LOS SUEÑOS
A los pies de las montañas azules, en la frontera sur de un plácido lago un extenso bosque pinta de verde las cercanas laderas. En aquel mundo los robles y castaños, olmos, hayas y cerezos cruzaban sus ramas en abrazo vegetal tapizando a su vez el suelo con el oscuro de sus sombras y el amarillo de algunas hojas caídas.
Orquestado con mil trinos de los pájaros aquel remanso era además un arco iris de colores cambiantes. De vez en cuando la niebla cubría el lago y el bosque, sea en jirones o en espesa niebla, como noche sin luna.
En una de las orillas, a los pies de un álamo negro, junto a un arroyo, un banco de madera invitaba al descanso y contemplación. Entre los tímidos rayos del atardecer una pareja se ha adentrado en el bosque y se ha sentado en el banco.
Entre miradas y besos cómplices han escrito poemas de amor con letras de anhelos y deseos, de sueños e ilusiones, mil proyectos de futuro que se han quedado escritos en el aire. En las ramas más altas del centenario álamo un vigilante búho ha hecho sonar su voz de alerta uh, uh, uh, y ha vuelto a otear el bosque.
Al otro lado del arroyo, no muy lejos de allí, una cabaña de troncos respira humo azul por una erguida chimenea. Unas manos han alimentado el fuego con nuevos troncos, y las llamas han danzado nuevos bailes entre el calor, la luz y el crepitar de las chispas.
De una estantería cercana ha escogido un viejo libro. A la luz temblorosa de las llamas pareciese que las letras bailasen danzas azules. Los dedos de la mano han recorrido los renglones mientras unas palabras en voz baja susurraban un encantamiento en claroscuro.
Una sonrisa se ha hecho espejo del fuego al terminar los susurros. Tras dejar el libro en la estantería se ha dirigido a la cercana cama y se ha tumbado cerrando los ojos. Se ha hecho el silencio en la cabaña, en el bosque, en las montañas azules.
El búho duerme en el álamo negro y un gato curioso mira el baile de las llamas. Los jóvenes hace tiempo se fueron del banco y ahora la niebla, tenue y casi transparente, envuelve el aire. La luna nueva se esconde tras el horizonte y todo está como suspendido en el tiempo.
Unas volutas de humo se elevan al cielo por encima de las ramas de los árboles, más allá de las nubes. Y llegan hasta la sala donde nacen los sueños. La dama de los sueños sonríe junto al fuego, mientras sus ojos se hacen espejo de las llamas y el corazón baila canciones de amor a la luz de los deseos.
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sábado, 26 de octubre de 2024
HUELES A ILUSION
Al abrir el libro de esta mañana me despierta una calle llena de sol, mis ojos se llenan de la luz de agosto, y siento en la piel la caricia cálida de unos rayos que juegan con los limoneros y naranjos, y pintan sueños sobre las aceras.
Recorro el día al compás de unos deseos que voy dejando tras cada paso en cada recodo, para revivirlos luego a la luz de la distancia. Un aroma de primavera me envuelve, y el aire se ha tornado un poema de golondrinas en vuelo con letras de jazmín y rosas.
Se me enciende una sonrisa mientras abrazo un sueño y mis manos, inquietas, bailan una canción con notas imposibles entre unos dedos que juegan al escondite.
Una a una despiertan y se encienden mil preguntas en el aire que huele a sonrisa cómplice, a manos nerviosas que se unen por unos segundos. Huele a un alma que se esconde tras unas letras, y huele también a intentar leer en unos ojos que te miran más allá de una mirada.
Y es que a veces los ojos escriben sueños y deseos en otras pupilas, a veces tres segundos son el cofre del tiempo donde se guarda ese tesoro incalculable de unos ojos fijos en tu horizonte, de una mirada escribiendo dudas en tus pupilas.
Y huele también a entender sin palabras, a buscar entre preguntas, a perderse entre silencios, a sonreír inquieto ante el atardecer en una mirada.
Si al levantar los ojos ves una sonrisa al otro lado de tu mirada que ilumina tu cielo, si ves, si sientes en torno a ti un perfume de ilusión... Entonces debes parar el tiempo. Guarda ese tiempo ese momento en un rincón del alma.
Ese tiempo, ese momento huele a primavera en tu alma. Tu tiempo es primavera.
Imagen Juan José Hernández Maldonado
https://youtu.be/eKb3N7KDhFw?si=jA2Aa0Bm3IID71r1
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sábado, 6 de julio de 2024
ASÍ COMO UNA ORILLA
Cuando solo queda algo así como una orilla se van secando las playas de los sueños donde escritos con olas quedaron entre pleamar de amaneceres y bajamares de madrugada.
Cuando solo queda algo así como una orilla se van volviendo mudas las notas que nacían en el piano del alba con tonos de rosa y oro, y en el violín del ocaso con colores de ámbar y fuego.
Se van quedando como a oscuras las caricias que nacían a la luz de unos dedos enamorados, entrelazados con deseos, abrazados en ilusiones, y ahora deambulan por un sol naciente que resuena con ecos de besos en ausencia y miradas en duermevela.
Se marchitan entre silencios las notas que cantaban unos labios en las fronteras encarnadas de un beso. Y aquel país universo de sensaciones se torna un páramo de soledad donde solo habita el olvido.
Cuando solo queda algo así como una orilla el agua camina entre olas oscuras tras los vientos que vive la ausencia. Y cierra sus ojos de pupila azul tras las cortinas negras de una pupila salada al borde de un sueño.
La tinta azul de un corazón transparente late letras de vacío y palabras de ocaso en los folios sin forma de los sueños por nacer. Y en la nube blanca de una almohada las letras de agua salada escriben silencios y dibujan soledades al compás de un tictac que no pasa, que no suena.
El piano irisado del amanecer oculta sus notas entre pasos callados, entre nieblas oscuras, en las páginas transparentes de un libro sin nacer, de un folio sin renglones ni puntos cardinales.
Al otro lado de un sentimiento cuando solo queda algo así como una orilla, se levanta un muro de ladrillos de silencio a oscuras. Y el espacio se torna una cadena anclada al olvido, y los eslabones son notas de silencio en una cadena que suena a hielo, olvido, y lluvia.
El azul cobalto de unas letras se difuminan entre oscuras nubes cuando el alma ayer transparente se torna lluvia salada en un mar hecho folio con renglones ya olvidados y letras de alma vacía en una playa con arena gris.
Ahora, cuando solo queda algo así como una orilla la noche a puesto cortina de luna nueva en un folio a la espera. Y tras la estela de un tiempo hecho olvido los recuerdos inventados se vuelven efímeramente eternos, infinitamente efímeros.
Imagen bajada de la red
https://youtu.be/Ex8uarVa6Lk?si=biJ75E6xBWAKV6QU
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sábado, 16 de marzo de 2024
NUEVO DIA
Hoy llama a mi ventana la luz del nuevo día con sensaciones a flor de sueño, con vivencias a flor de piel que, aún dormida, lucha por adentrarse en la naciente realidad.
La suave luz del amanecer va disipando las brumas de los sueños aún latentes, y enciende las calles del día por donde caminar pasos a la luz de la ilusión.
El aire nuevo perfumado de encinas y olivos trae aromas de esperanza entre sus pasos de verde eterno, mientras en mi yo perdura el aroma de tu piel fundida con la mía.
La rosa encarnada de mi beso en tu mejilla, el blanco jazmín de tu caricia entre mis manos y el clavel matizado de oro y carmesí de tu beso en la playa de mis labios.
Las estrellas infinitas de tu mirada de universo se funden en la noche blanca de mi yo en fase de luna nueva. Los ecos apagados de tu caminar conmigo por el camino en blanco de un sueño entre dos almohadas.
Todo va quedando atrás, como guardado en un cofre del tiempo, grabado en esa otra realidad que nos junta y separa a la vez, que nos hace vivir dos realidades, inventando sensaciones, soñando anhelos, dibujando sueños.
Ahora que nace el día, que todo es sin ti, que lo soñado se diluye tras ser vivido, ahora que el día escribe otro tiempo, otra luz, otros colores, otros sonidos, otros sentimientos, ahora lleno de ti como cada instante, he lavado mi cara y mis manos con el agua clara del amanecer en mi ventana.
He abierto mis brazos a la esperanza y la he abrazado fuerte. Trae olor a ti entre sus pasos de verde primavera. Trae tu color en su mirada azul al mediodía, trae tu sabor entre las notas cristalinas del canto de jilgueros y golondrinas. Trae el tacto de tu piel entre sus ropas de ilusión al amanecer.
En su canción de alba y jazmín brillan notas de estrellas con aromas de arco iris, de rosas blancas y rojas en un piano con teclas de arena y espuma y notas de agua y sal.
Otro día más sin ti toca vivirte imaginando, toca soñarte como siempre y como nunca, inventarte como jamás imaginé, intentando vivir a golpe de sueño y anhelo, ilusión y deseo.
Los momentos vitales de no estar contigo se vuelven letras oscuras a la espera del reencuentro a la luz del sueño en blanco de un folio, con las luces del amanecer.
Y el instante supremo del abrazo en espera se hace alborada con luz de luna llena mientras tu beso enciende mi día con letras azules de realidad.
Foto de Pepi Enciso Pizarro
https://youtu.be/SP0yRqT_6RM?si=2f_syDTlCRszB-Ci
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viernes, 22 de diciembre de 2023
Con infinita alegría e ilusión comparto con todos vosotros la edición de mi primer libro " DESDE MI ATICO ". Editado en Amazon, es una primera recopilación de algunas vivencias que fueron el principio y motivo de este blog. Espero sea de vuestro agrado y os guste tanto como a mí me hace el compartirlo con todos vosotros. Muchísimas gracias.
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viernes, 17 de noviembre de 2023
DOS MIRADAS
El café recién hecho esparce su aroma en el aire formando una
cortina casi transparente. Una mirada de inquieto azul observa la entrada a la sala, como
esperando.
Poco después unos pasos con olor a rosas recién abiertas se acercan
para acomodarse en una mesa cercana. Tras un tiempo en silencio ambas miradas han sobrevolado la sala,
entre las nubecillas del aroma del café.
Y se han encontrado en el cielo de un silencio, en las
fronteras de un espacio infinitamente pequeño. Y como cada día tras el fugaz
encuentro vuelven a su mundo, a su realidad cotidiana.
Hoy quiso el azar que las dos miradas antes de la realidad
fortuita, y ante un imprevisto casual
dos sonrisas se unieron en un momento infinito
Poco después llegaron las palabras de presentación, y con
ellas se abrió un libro de hojas en blanco para escribir con letras de sonrisas
y palabras de vida el acontecer cotidiano, ilusiones y desencantos, esperanzas
y desengaños, un día a día compartido en una sala, en una mesa junto a una
cristalera, al abrigo y aroma de dos cafés recién hechos.
Hoy, que ha pasado el tiempo, ya no
hay sala ni cafés, ni cortinas con su aroma, ni tampoco aquella mesa junto a la
vidriera. El mismo azar que juntó
aquellas miradas, aquellas vidas, decidió un día separar aquellos encuentros y
darles otro rumbo. Al otro lado de unas pantallas de teléfonos unas manos
escriben saludos y vivencias, sueños e ilusiones al calor de unas tazas de café
recién hecho, entre una cortina de sonrisas con aroma de amistad sincera.
Hace frío en la calle aunque el sol
brille tímidamente sobre un techo azul tachonado de nubes. Como cada día sube
al autobús y busca el asiento de siempre. La música de Vangelis le va envolviendo poco a poco, dibujando
sueños ajeno a ruidos y bocinas.
Unos ojos de negro azabache llegan
hasta el fondo del autobús, desde la parada de cada día, y busca también su
asiento diario. Hoy, como tantas otras veces, apenas hay viajeros, que irán
subiendo a medida que el autobús se adentre por el centro de la ciudad.
Cruzando un silencio de asientos
vacíos dos miradas se encuentran sobre un espacio efímero y a veces infinito.
La realidad cotidiana dibuja cada día sobre un mismo escenario la galería
cambiante de nuevas caras y otras miradas que se cruzan por un segundo, y que
después se pierden tras el bullicio.
Apoyadas en cualquier hueco u ocultas
tras otras miradas viajan cada día dos silencios, dos miradas, que visten sus sueños tras una cortina de
música, la pantalla de un teléfono o perdiéndose
en el paisaje urbano.
De vez en cuando ambos silencios
rompen el vacío que los une para fugazmente encontrarse en el espacio vital de
una mirada a contravía.
Una, dos, tres veces se han
encontrado casualmente al mirar alrededor suyo. Después vuelve el silencio a
ocupar el tiempo. Suena la música mientras cierra los ojos en su asiento
preferido. A su lado suben y bajan más y
más personas ocupando el espacio y asientos vacíos.
Hoy como cada día ha subido en su parada, pero no hay asientos libres. Una sonrisa azul
le ha ofrecido su asiento que ha rechazado con una sonrisa de negro azabache.
El azar ha querido dibujar escenario, personajes y escena varias veces en ese
algo llamado tiempo.
Siempre la misma sonrisa azul, la
misma sonrisa azabache, la misma mirada azul, la misma mirada azabache. Hoy por
enésima vez vuelve a sonar la música en el asiento de siempre. Y el asiento del
final vuelve a estar ocupado como cada día. Y han vuelto a encontrarse fugaz y
casualmente dos miradas en un espacio de asientos vacíos.
Hoy ha cesado la música como siempre al llegar a su destino. Al bajar del autobús dos miradas fugaces se han encontrado al final de un folio. Dos silencios han callado sus palabras, dos miradas han ocultado sus pensamientos tras la pantalla de un teléfono, tras la cortina de una música.
https://youtu.be/-dEySqWfzgc?feature=shared
lunes, 11 de septiembre de 2023
UNA VISITA DEL MAR
Como obedeciendo a una llamada, un deseo, un sueño o anhelo,
el mar amigo y cómplice, se ha acercado hasta mi ventana con vistas al amanecer.
En una playa de blanca y fina arena se ha hecho folio sobre
una mesa con fronteras de alma y almohada.
La dorada luz del amanecer ilumina un grupo de letras que
vienen escribiendo pasos de ilusión al compás de un corazón que late paisajes
en el folio de un sueño.
Delfines de cristal y tinta han llegado hasta la playa, y
entre cantos y cabriolas en el agua dibujan renglones de espuma, donde las
letras danzan al compás de sus canciones.
Al mismo tiempo se van formando letras con formas de olas, que vienen y van escribiendo poemas desde el otro del mar, desde las cuatro esquinas del horizonte.
Y las palabras se hacen paisaje sobre el lienzo líquido del mar que
se vuelve espejo y poema, canción y
sentimiento, de un corazón que es al tiempo un velero por el mar azul de una
mesa hecho océano, de una playa fundida en un poema.
Juegan las palabras a ser canciones con olor a sonrisas en
flor, a besos con sabor a amanecer en una mirada. Una suave brisa llega desde
más allá del horizonte, y trae entre sus alas transparentes canciones de amor y luna.
Jugando con las nubes, el sol pone luz y color al pentagrama
del cielo. Al abrir los ojos un aroma de mar y tinta me envuelve con una suave
caricia.
Y un folio hecho vivencia cobra vida al otro lado de una sonrisa, en una mirada espejo del universo, en la playa encarnada de unos labios a punto de beso.
https://youtu.be/mQIsFsqxHeQ?feature=shared
lunes, 12 de junio de 2023
UN
DIA QUISE
Un día quise dibujar un sueño en la nube blanca de un folio
sin fronteras, en el espacio que ocupa un deseo. Un día quise reflejar un
anhelo en el espejo azul de unas letras,
en los surcos de unos renglones en secano a la espera de la lluvia azul de una
pluma amiga.
Quise hacer visible la espuma blanca de un océano de
sensaciones a flor de piel, y quise trazar un mapa con los sentimientos que
dibujan en carne viva el continente guardado en la alacena del alma. Quise pintar el arco
iris que dibuja unos ojos negros de mirada de universo en la pared azul de una
mirada ausente.
Quise recoger alboradas multicolores en la cesta de mis ojos
para vivirlos luego en la almohada blanca de un sueño compartido. Quise guardar
atardeceres en la habitación de un deseo para soñarlo luego en el espejo de tu
mirada.
Quise llenar mis noches de estrellas para colgarlas una a una del
techo de una ilusión con paredes de amanecer. Quise guardar palabras sin decir
para leerlas contigo a la luz de la
distancia que se rompe cada día cuando te miro y me miras, cuando te sueño y me
sueñas.
Quise guardar los
paisajes sonoros que dibuja una espátula en pentagrama con forma de notas y
colores de música en el lienzo incoloro de mi día sin ti. Guardé también en el espejo
de mi mirada el paisaje sonoro de tu risa con luces de alba, cuando el sol de
tus manos abre la puerta al nuevo día en la ventana de mis ojos.
También guardé la luna llena de tu perfume sobre mi cielo, y lo cubrí de golondrinas de jazmín y rosas para llenar mis días de ti con sus vuelos perfumados de
rimas.
Y guardé mi tiempo en el reloj de unas letras para leerlas en
tus labios a la luz de tu beso.
https://youtu.be/GfWv4j2qUak
sábado, 6 de mayo de 2023
PINCELADAS
Apenas amaneció la gente se fue congregando en una larga fila
a las puertas de la galería de arte. En este día exponía su obra la pintora más
famosa del momento. Su obra, mezcla de muchas influencias, tenía retazos delos
maestros que habían inspirado su vida. Desde Pisarro hasta Miró, desde Cezzane hasta Sorolla, Van Gogh y Leonardo, El Greco,
Zurbarán o Velázquez, fueron dejando su impronta en un alma que dejaba trozos
de sí misma en cada lienzo, tras cada pincelada.
Su pintura, sin línea definida, era reflejo de inquietudes
con alma de búsqueda constante. Igual soñaba
atardeceres con la luz de Sorolla o girasoles de Van Gogh
en la almohada, y luego paseaba por los jardines de Cezzane y rezaba sueños con
Zurbarán. El Greco o Velázquez a la luz de sus imágenes.
Desde su más tierna infancia sus dedos jugaban con los pinceles y los colores, y a medida que
crecía su mente inquieta, buscaba momentos infinitos para hacerlos espejo en su
caballete.
El aroma del jardín bajo su ventana le perfuma el aire con
las cuatro estaciones, mientras alguna noche se asomó para ver a la luna
iluminando en cuatro fases el callejón de alguna ciudad que nunca duerme, o un rincón bordado de jazmín en flor y buganvilla de un pueblecito encalado tendido al sol.
En una buhardilla se agolpaban pinturas y brochas, pinceles y
lienzos, caballetes y acuarelas con un millón de colores flotando en el aire. Olía a
bodegones y alacenas, a chimeneas en
invierno y jardín florecido en primavera. Olía a sueños y lágrimas, a rosas y
girasoles, a vírgenes y cristos, a playas y siembras a punto de flor.
La lluvia dejaba su
olor a tierra mojada y el frío endurecía el aire y congelaba los sueños.
También se hacía reflejo de las nevadas cumbres de alcobas a solas, y ventanas
vestidas de nieve tras las montañas lejanas.
Y conoció museos, y aprendió de cada cuadro y cada maestro
formas y detalles, luces y sombras, colores y caminos, gritos y silencios.
Entre pinceles y libros, buhardilla y museos se fue formando su hoy. Y se hizo grande entre los grandes.
Aquella exposición era su sueño más hermoso, su deseo más íntimo,
su orgullo. Y con el corazón exultante se encaminó hacia la sala de arte. La fila
para entrar iba en aumento y la expectación era enorme. Los apretones de manos
y las felicitaciones la envolvieron hasta poder entrar, mientras sonreía feliz.
Con una carpeta en las manos una de aquellas personas ha
llegado hasta ella. Al abrirla una estrella fugaz se iluminó en sus ojos y una sonrisa infinita se abrió en sus labios al contemplar aquellos esbozos de
colores.
Aquellos dibujos eran sus primeros intentos de reflejar el
mar que veía desde su ventana. Una cara del folio toda llena de trazos azules
cuál Miró, y un sol amarillo cuál Sorolla eran su mar y su cielo.
Al otro lado unas caras de realismo cúbico cuál Picasso daban
vida a un establo con sus animales. Rendida de emociones se fundió con aquella
persona en un abrazo infinito.
Al cerrar aquella carpeta renació en ella aquella niña de
cuatro años que soñó sus primeros trazos en un folio. Y la apretó con fuerza
contra su corazón.
Desde ese instante ella tiene un trozo más de sus recuerdos,
y yo un trozo de corazón menos.
https://youtu.be/QIAgmHKUeJU
domingo, 9 de abril de 2023
EL ARMONIO ENCONTRADO
Caminaban unas letras un amanecer por una playa de arena blanca
y negra. Andaban buscando desde hacía tiempo una música, una melodía, que las vistiese
de colores, y poder cantar y contar la vida que llevaban dentro.
Y multiplicaron sus mil formas para hallar esa melodía que borrase su tedio, y pusiese colores a su mundo
en el blanco de un folio, sordo de emociones y oscuro de ilusiones.
Llamaron a las plateadas olas para pedirles prestado su rumor
de espuma al llegar a la playa, pero el mar contestó que era imposible encerrar
su alma viajera entre las formas de las letras.
Llamaron después a las nubes para pedirle prestado el tono
ronco de sus truenos y la voz eléctrica de sus rayos, pero estas dijeron que no,
que no se podía reflejar entre letras la oscuridad del trueno ni la luz del
rayo.
Y las letras siguieron buscando. Le preguntaron después a los
pájaros si le prestaban las notas de sus trinos alegres, pero ellos se negaron
diciendo que para su canto se necesitaba un lenguaje y unas alas para hacer volar las notas.
Así pues las letras siguieron caminando tiempo y días,
preguntando aquí y allá sin encontrar nada. Y una tarde llegando al ocaso
entraron en un viejo pajar para descansar. Al fondo del mismo una caja de madera
les llamó la atención. Con la caja cubierta de polvo y olvido apenas asomaba entre otros trastos.
Con sumo cuidado la apartaron y le limpiaron el polvo y
descubrieron que era un viejo armonio. Sin saber que era, las letras fueron subiéndose
a las viejas teclas, y un sonido apenas armonioso fue ascendiendo en el aire.
Apenas sonaban algunas teclas y las letras comenzaron a jugar
con ellas, haciendo que la melodía se repitiese una y otra vez, hasta que todas
las letras aprendieron a tocar las teclas sonoras.
Y el aire se llenó de música y las letras hicieron una
fiesta, y se hicieron amigas de las notas, y así el antiguo armonio volvió a la
vida y le dio vida y música a las letras.
Ahora ya las letras no eran solo negras, también las había rojas y verdes,
azules y amarillas, naranjas y lilas. Y así fue como las letras se hicieron de
colores y llenaron su folio de vida.
Hoy letras y notas se unieron un día más al compás de una música de un armonio encontrado en la playa de arena blanca de un corazón entre las manos.
Foto de Pepi Enciso.
lunes, 6 de febrero de 2023
FARO
Se ha encendido la tarde en mi folio a la luz de miel y
carmesí de tu mirada. Sobrevolando un horizonte hecho anhelo los faros de tus
ojos han extendido su luz iluminando las azules nubes de mis letras por nacer.
Faros de esperanza tus ojos en la batalla a oscuras de una
espera por las calles del día a solas. Viento de ilusión los faros de tus ojos
en la calma chicha de un vacío en la orilla a solas de una playa sin mar ni riberas.
Faro de luz de arco
iris tu mirada en el blanco y negro de un día por aceras vestidas de diario
gris, por caminos de rutina con sueños entre las manos. Faro de ilusión tu
sonrisa cual primavera en mi ventana con aromas de caricias encendidas, reflejo
irisado de tu mirar en el espejo de mi piel hecha paisaje y lienzo.
La luz de coral rojo
de tu beso ilumina la playa de mis labios, en un mar que se hace anhelo antes
de fundirse con tu océano de carne y beso. Con su pasar transparente el tiempo
se duerme en una esfera con almohada de números por pasar, esperando la luz
sonora del faro de tu beso a la llegada del día, del abrazo en duermevela de tu mirada al
borde de un sueño entre las manos.
El color de tu mirada se hace faro y guía en una
singladura que cruza los momentos del día, envueltos en la cortina espesa y
oscura de mi yo sin ti. Los recodos de cada momento se hacen folios donde
escribir esperanzas y las letras guardan entre azules las emociones de cada
instante para vivirlas después a la luz del faro de tu beso, en el puerto de tu
abrazo, en el amarre de tus manos.
La vida entera se
detiene, como dormida, entre los pliegues de cada segundo, anhelante de tu
presencia en mi momento cada instante que pasa. Y se queda como a oscuras anhelantes
de la luz de tus ojos, de la brújula de tu mirada, del faro infinito de tu voz
hecha caricia, para comenzar a vivir de nuevo.
Tu nombre se hace
norte y guía, faro y estrella en las horas a solas, en los amaneceres, en la
luz del mediodía para jugar con las sombras, en los ocasos, con la mirada entre
paisajes con nubes de oro y carmesí, en cada folio, en cada letra. Por la
ventana de mi amanecer junto a ti entra la luz del nuevo día.
Al encender mis letras, al abrir mi folio, sobre la almohada hecha de azules, tu nombre, tus manos, tu aroma, tu beso, me dicen que estoy vivo, TÚ, mi faro.
https://youtu.be/QtE2sA1RwCw
lunes, 26 de diciembre de 2022
RAILES
Eran dos raíles sueltos en un relato de letras azules sobre
renglones de calles blancas tendidas al sol. Dos horizontes con nubes de océano
y universo en la mirada, dos pasos con caminos paralelos y una meta indefinida.
Raíles de notas en blanco y negro en el pentagrama de un mar
sin riberas, dos letras sin alfabeto de un vocabulario sin hacer. Y escribieron
sueños de poema en papel de luna llena y sol de alba y ocaso.
Raíles sin notas ni música que sonaban entre versos de arroyo
en flor y una ventana llena de sol en una
mirada cómplice.
Raíles de silencios en las fronteras de un deseo en voz baja,
de un sueño con mayúscula en las fronteras de una realidad que nacía y moría en
las nubes blancas de un folio.
Raíles de libros con hojas de arena para escribir garabatos
de agua, con olas de sonrisa y letras de espuma azul.
Raíles de una vía hecha de amaneceres en una estación llamada
hora, para adentrarse en un mundo que llaman vida. Arroyos de aguas transparentes y riberas
azules de anhelos contenidos.
Y en un recodo del tiempo fluyeron paralelos cantando
canciones de cañas verdes bajo un puente hecho de silencios y noche cuajada de
estrellas, con velo de luna de plata y traje de cuatro fases.
Raíles en vuelo
asimétrico de dos golondrinas que
cruzaron sus sueños azules sobre un cielo hecho de día, con aroma de canciones
entre rimas al atardecer.
Raíles de agua de un sentimiento llamado lluvia, que de vez
en cuando regaban con flores azules y aromas de sueños la blanca tierra de una
almohada con dos fronteras en la realidad.
Raíles de manos que estrecharon una realidad que se hizo
efímera y dibujaron el mapa de un mundo que no existe, allende del país de los
sueños. Raíles multicolores de dos flores con aroma de arco iris y pétalos de eterna primavera.
Raíles que el tiempo guardó en una foto una noche con olor a luna
llena y cortina de estrellas en la mirada.
Y llegaron a un recodo al final de un renglón azul.
Cada uno escribió sus vivencias y emociones, anhelos y sueños en un libro
hecho almohada, y se quedaron dormidos.
Al despertar unas
letras con olor a libro nuevo habían escrito en un folio … Se te olvidó amar.
https://youtu.be/TGIw60UKiKw