EN…
Los recuerdos de tu nombre vienen dibujando en esta noche los
paisajes que escribes en colores a la luz del encuentro al amanecer. Las letras
oscuras de tu mirada de universo vienen en este folio escribiendo fantasías con
luces de estrellas fugaces. Con el pincel de mil formas entonan una melodía
infinita en el piano de un arco iris, cuando me miras y te miro, cuando sonríes
y sonrío, cuando me abrazas y el mundo entero se para, cuando la realidad se
hace un momento infinito.
En ese instante supremo,
cuando se funden tu día y mi noche, cuando dos realidades hacen un solo camino,
y dos almohadas escriben un mismo sueño. En ese sublime momento, cuando mis
ojos se llenan con la luz de tu mirada,
y miramos los dos hacia un mismo sentimiento. En ese latido infinito, cuando tu
corazón hace guiños de diástoles y el mío le contesta con sístoles en carne
viva. En ese cálido instante, cuando los pasos de mis manos encuentran la meta
de seda de tu mejilla en una caricia alada.
En la sutil
transparencia de tu deseo encadenado al encuentro de alba y rosa de mi amanecer
contigo. En el folio por hacer de tu sueño entre dos ausencias, al dibujar con
anhelos las horas en vacío. En ese camino en blanco que cada noche se abre con
las sombras de la ausencia, y que alumbramos en colores con la luz de un beso
en esperanza. En esos pasos perdidos que caminan en la nada, y que se hacen
paralelos en el amanecer luminoso del alba entre dos miradas. En esa música sin
notas en el piano del camino a solas, que se tornan teclas en
blanco y negro en la fantasía del abrazo en la alborada.
En ese folio negro de tu ausencia y mi vacío, que pintaremos de luz y
colores con la rima de tus besos. En ese vacío en redondo de mi ático en penumbra,
que llenaremos de sensaciones con el poliedro emocional de tu presencia entre
las manos. En la vivencia sonora de tu
callada ausencia, que pintaremos de letras azules, y llenaremos el blanco de los folios con lluvia de sonrisas en
los páramos resecos de los días sin noche y las noches sin ti. En la realidad
que encarcela nuestros sueños en la celda de la madrugada a solas escribiremos
libertad con luces de sol y alborada en las paredes blancas de las calles del
día.
Y cuando al fin pueda estar contigo, cuando esté lleno de ti,
inventaré palabras para decorar tus sueños, letras nuevas para iluminar tus
noches. Haré de cada sueño un mundo por compartir. Cuando al fin sea alba en tu
amanecer y luna en tu madrugada, entonces, encenderé un nuevo día con las luces
verdes de esperanza de las letras de tu nombre.
Imagen bajada de la red