sábado, 4 de febrero de 2017


                                               TIEMPO MUERTO
Hablo silencios en este amanecer cuando la voz a oscuras de un trueno ha sonado tras los cristales de mi ventana. Como buscando un cobijo mis letras se han fundido en una nube azul, tras el cristal opaco de mi pluma dormida.
 Las palabras, ausentes de alma y vida, se han quedado como transparentes por los caminos sin forma de un folio en blanco. La música ha guardado sus colores arco iris  entre las formas difusas de nubes de silencio, y las notas ambarinas guardan su perfume a primavera en un pentagrama de horizonte que huele a espera callada.
 Los pasos del tiempo se han ido espaciando, más lentos, como queriendo escuchar su tic tac entre los regueros de segundos por aceras redondas. Los árboles, callados de silente desnudez, van entregando su tributo amarillo de hojas caducas al paso susurrante de un aire con cara de invierno y manos heladas de escarcha y frío.
 El suelo se llena de sueños vencidos, de promesas ya caducas, de ilusiones segadas con voz de hielo, formando una alfombra de tiempos muertos, un libro de sueños olvidados que irán a fundirse con la tierra cuando el aire borre sus pasos a golpe de rincones y de tiempo.
 Los colores han guardado sus canciones de ilusión y anhelo  en el armario redondo de una sonrisa en duermevela, y dibujan un paisaje  de gris forzado  en una mirada dormida tras un sueño. Sobre el pañuelo gris de una niebla entre las manos  el sol de mediodía escribe con dedos de oro letras de esperanza que se funden en ventanas doradas, que se cierran ahogando su voz de luz.
 La esfera blanca de un reloj se ha hecho un pasillo redondo por donde van pasando  los números,  como en un desfile sin vida, como en un pasar sin alma, como en un tiempo sin medida. Miro sin ver y busco un lugar donde reposar la mirada, donde descansar mis pasos, donde soñar esperanzas, donde abrazar ocasos a la luz de las estrellas.
 En un rincón de mi sueño a solas, entre sábanas de universo en los ojos se ha encendido el juego infinito de tu mirada a la luz del reencuentro.  Por el horizonte infinito de un abrazo en espera, a la luz tenue de un beso a contravía el día se ha dormido en una almohada hecha de sueños, en el espacio que ocupa tu nombre entre mis manos. 
 
 
                                      
                                       Imagen bajada de la red.
                                       https://youtu.be/cUFB-BxxkoY

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