MIENTRAS DORMÍAS
Por la vereda azul y
rosa del amanecer, entre trinos y oro de
alborada, he llegado este nuevo día hasta tu almohada. He llegado hasta tu
sueño dormido y me he sentado en tu latir a solas. He visto tus ojos surcar el
océano de los sueños para quedar
amarrados en el puerto blanco de la blanca almohada.
He visto tus manos
entrelazadas, como queriendo abrazar entre los dedos los límites redondos y
azules de tus sueños. He sentido tu respirar a flor de piel en un latir de
deseos encadenados, he visto tu perfume, como en una nube llover tu esencia
sobre el mundo, ahora nebulosamente transparente de tu ser dormido.
He visto el mar azul
de tu cuerpo latir bajo las olas blancas de tu respirar en la playa de algún
mundo etéreo y lejano. La sinfonía monocorde de un tic tac a solas pone notas
redondas a un tiempo que se pierde en un reloj sin esferas ni agujas.
Ilusionado, me he sentado al borde de tu madrugada, y mientras dormías apagué
la luz de mi día para fundirme con la luz de tus sueños, y paré el reloj de mi
tiempo para hacerlo acorde con el tuyo.
Cerré mis ojos con los
tuyos para fundirme con el oscuro infinito de tu universo, paré por un momento
mi latir a solas para ser uno contigo y latir sensaciones al compás. Paré
también mis pasos por la acera hermana de tu caminar en sueños, para unir
caminos por los senderos azules del caminar a dos pasos.
Dejé mis deseos
extendidos sobre la sábana verde de la esperanza para unirlos a los tuyos y que
florezcan juntos en la primavera del nuevo día. He fundido mis manos con las
tuyas para que tu piel escriba, unida a la mía, sensaciones de letras
imborrables.
Mi respirar se ha
sentado junto al tuyo y mis pulmones se llenan de tu aire para fundir hálitos
de vida en un solo respirar.
Y mientras mis ojos se
van cerrando, poco a poco, he apagado mi amanecer, una vez más entre los faros
de universo de tus ojos. Arropado por tu aroma y cubierto por tus manos he
cruzado el umbral de la realidad para fundirme, un día más, en la luminosa
verdad de tu presencia.
Imagen bajada de la red
"La luminosa verdad... de tu presencia. Paré también mis pasos por la acera hermana de tu caminar en sueños..."
ResponderEliminarMuy bonito Juanjo.
En eso de caminar en sueños aprendo de cada letra tuya. Me alegra que te guste.Gracias por venir.
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