DOS IGUAL A UNO
Hoy se encontraron dos mares y una sola playa al borde de un
folio donde acunar letras azules, dos océanos en duermevela y un solo malecón
donde rimar letras en forma de espuma. Dos sueños con almas transparentes soñando
soledades en el blanco espacio de la soledad a solas. Dos playas en mundos
opuestos con un mar de silencios en sus arenas, dos lunas sin fases menguantes,
siempre nuevas, siempre crecientes en anhelos, siempre llenas de deseos.
Dos silencios fundidos en una sonora distancia que se rompe
con las luces del alba, dos notas de blanco y negro, solitarias, en un
piano sin teclas, que se tornan irisadas cuando la luz del reencuentro ilumina
los siete cielos de sus acordes, siete peldaños en su escala al cielo.
Dos pasos convergentes en el camino hacia la nada, dos
paralelos de luz con destino al amanecer, dos paisajes con horizontes de mar de
encinas y barbechos de olas en la playa
de un día sin vivir. Dos anhelos que resuenan a cuatro manos en el piano del
atardecer, dos arenas de un mismo mar, dos mareas a contravía, con rumbo a
playas de horas a oscuras.
Dos silencios al borde de un arco iris hecho de letras, dos
músicas con nota de pincel y latidos. Dos alboradas en el horizonte verde de
una esperanza con luces de universo en la mirada. Dos manos que unen el vacío
de un sueño con los dedos de un beso en ausencia.
Dos miradas que se abrazan en un mismo horizonte cuando se
hacen espejos de la tarde. Dos gotas de lluvia que juegan a ser cortina líquida
y llegando hasta la tierra sembrarla de esperanza.
Dos nubes para jugar
al escondite con el sol en las paredes del atardecer, dos curvas en el camino
de la vida para jugar a abrazarnos con el aire. Dos espejos y un mismo corazón,
dos imágenes y una misma retina, dos letras para un yo fundido en el otro
mismo.
Abro los ojos a la suave luz que me despierta. Juegan los
jilgueros a vivir a la sombra de un limonero mientras cantan alegres.
Tu mano sobre la mía, tus ojos sobre los míos. Sonríes,
sonrío. DOS igual a UNO.
Imagen bajada de la red.