miércoles, 4 de mayo de 2016



                                                       DOS MIRADAS

Hoy se encontraron dos mundos al borde mismo del universo del día, en una esquina de la tarde. Hoy se encontraron dos pasos en un recodo del tiempo, junto a un puente con voz de arroyo en flor y paisaje eterno de cañas verdes.
 Al borde de la tarde se encontraron dos miradas al calor de un horizonte en espera, y huyeron las palabras, y callaron las manos en silencio inmóvil. Y se encendió el momento sublime de mirar y ser mirado, de encontrarse dos universos en el cielo de un deseo, de entrecerrar los ojos diciendo sin decir, de un latir deprisa y acelerado de dos corazones y un mismo latido, de un encuentro de dos corazones en el aire de unas pupilas.
Sutil momento aquel donde un nombre llena el espacio que nace entre la ilusión y la espera, donde ver encenderse estrellas nuevas en un terciopelo oscuro de universo y  bailar al son de olas  azules en una playa encendida de letras.
Y el tiempo pasó sin pasar, sin ser notado, con dos miradas ancladas en un mismo deseo. Y una fina lluvia de ilusiones a contratiempo fué formando charcos de dudas con gotas agudas de naciente incerteza.
Un hombre detrás de la lluvia escribía deseos azules con letras de ático en espera y una mujer vestida de amanecer dibuja paisajes de esperanza a la luz de la alborada.
Y la inmensa noche de un lugar del futuro se hizo realidad en ese fugaz momento de volar por el cielo de otra mirada.
Y la tarde se quedó prendida entre dos miradas, fundida en un mismo deseo, en una calle del día.  
 
                                       
                                      https://youtu.be/KdKgdHxYs10

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