sábado, 17 de octubre de 2015


                                                                             UNO    

Amanece. Entre pasos de aurora y madrugada, voy recogiendo los jirones de unas letras que hoy se negaron a ser espejos de un corazón que late a contravía. Miro hacia atrás y veo la soledad pasada reflejarse entre las paredes sin forma de una búsqueda infinita. Puedo ver mis ojos buscando tu figura ausente entre las notas de un espejo sonoro que sólo sueña en vacío, que escribe con  notas en oscuro y noche  las ansias infinitas de tu presencia vital. Puedo ver mis manos abrazadas a tu nombre escalando nerviosas los peldaños oscuros de tu ausencia en mi noche. Puedo ver mis ojos buscando tu figura ausente entre los paisajes yermos de unos sueños que sueñan ser mirada y realidad cuando se encuentren con los tuyos en las fronteras del día. Puedo ver cómo resuena sonoramente seco el manantial azul de mis letras en vacío, que vagan ausentes por el desierto blanco de un folio por llover. Puedo ver mis pasos recorrer la llanura sin forma de mil deseos que conducen, en camino etéreo, hasta tu almohada, para llegar cansados pero felices al encuentro final con tu beso. Puedo sentir como el reloj sin esfera de mi momento en el ahora se transforma en horas de piedra que marcan un tiempo que no pasa. Mi noche sin  ti, buscándote, se transforma en un laberinto a ciegas, que esconde su final entre las notas ambarinas de tu mirada al encuentro con la mía en las riberas  del amanecer. Las notas incoloras de mi búsqueda de ti callan sus pasos en el pentagrama a la espera del piano del día, que suena en sinfónico arco iris cuando tus manos abrazan las mías al abrir la puerta de mi alborada contigo. Mi beso, ausente del mar sonrosado de tus mejillas, surca el océano de tu ausencia nadando entre olas de calma y silencio de luna nueva. Resuena mi espera entre deseos, mis anhelos se agolpan frente al dedo azul de una pluma en las espera transparente de ser dados de vida en un folio escrito. Como tantas noches antes, como tantas otras después, como siempre, te busqué sin medida,  sin tiempo. Y en mis ansias de ti, de estar contigo, te guardé en un sueño, uno más, en unas letras, otras más,  y te hice mía conmigo y me hice tuyo contigo, hasta que volvamos a ser UNO como siempre con las luces del amanecer. 
 
                                              https://youtu.be/lqc2J1Z9I0I
                                              Imagen bajada de la red

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