UNO
Amanece. Entre pasos de aurora y madrugada, voy recogiendo
los jirones de unas letras que hoy se negaron a ser espejos de un corazón que
late a contravía. Miro hacia atrás y veo la soledad pasada reflejarse entre las
paredes sin forma de una búsqueda infinita. Puedo ver mis ojos buscando tu
figura ausente entre las notas de un espejo sonoro que sólo sueña en vacío, que
escribe con notas en oscuro y noche las ansias infinitas de tu presencia vital.
Puedo ver mis manos abrazadas a tu nombre escalando nerviosas los peldaños
oscuros de tu ausencia en mi noche. Puedo ver mis ojos buscando tu figura ausente
entre los paisajes yermos de unos sueños que sueñan ser mirada y realidad
cuando se encuentren con los tuyos en las fronteras del día. Puedo ver cómo
resuena sonoramente seco el manantial azul de mis letras en vacío, que vagan
ausentes por el desierto blanco de un folio por llover. Puedo ver mis pasos
recorrer la llanura sin forma de mil deseos que conducen, en camino etéreo,
hasta tu almohada, para llegar cansados pero felices al encuentro final con tu
beso. Puedo sentir como el reloj sin esfera de mi momento en el ahora se
transforma en horas de piedra que marcan un tiempo que no pasa. Mi noche
sin ti, buscándote, se transforma en un
laberinto a ciegas, que esconde su final entre las notas ambarinas de tu mirada
al encuentro con la mía en las riberas del amanecer. Las notas incoloras de mi
búsqueda de ti callan sus pasos en el pentagrama a la espera del piano del día,
que suena en sinfónico arco iris cuando tus manos abrazan las mías al abrir la
puerta de mi alborada contigo. Mi beso, ausente del mar sonrosado de tus
mejillas, surca el océano de tu ausencia nadando entre olas de calma y silencio
de luna nueva. Resuena mi espera entre deseos, mis anhelos se agolpan frente al
dedo azul de una pluma en las espera transparente de ser dados de vida en un
folio escrito. Como tantas noches antes, como tantas otras después, como
siempre, te busqué sin medida, sin tiempo.
Y en mis ansias de ti, de estar contigo, te guardé en un sueño, uno más, en
unas letras, otras más, y te hice mía
conmigo y me hice tuyo contigo, hasta que volvamos a ser UNO como siempre con
las luces del amanecer.
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