sábado, 19 de julio de 2014


                      LA SONRISA DE UN ANGEL

Con sonrisa de luna llena, con dorados de sol naciente, aquel pequeño angelito, aquel bebé que sonríe frente a mi con sonrisa de mar en calma me ha mirado como buscando ser cómplice.
Los espejos de sus ojos se han encendido al notar como le escribía una sonrisa en el aire. Ha sonreído con mofletes de rosa encarnada, y su boquita entreabierta ha dibujado una ola en miniatura. Al compás de las olas de su sonrisa he dibujado figuras en el aire, y he pintado imposibles con las manos, he cruzado los mares de los sueños y en la playa de su mirada he dejado la espuma de la esperanza. Unos brazos de seda rosa acunan al pequeño entre los rayos de luz miel de una mirada que lo abraza con luz propia y lo ilumina con destellos de caricias y besos, al tiempo que me dibuja una sonrisa cómplice. Cansado del día o acaso de mí, aquel ángel ahora juega enrollando sus dedos diminutos entre los rizos del cabello de su madre, al tiempo que se han ido apagando las olas de su mirada, mientras el espejo negro de sus ojos se ha ido entrecerrando poco a poco. Unos segundos después se ha cerrado también la rosa blanca de su sonrisa, mientras sus dedos dulcemente reposaban en la playa abierta de las manos de su madre. Envuelto ahora en luz y caricias, entre seda y rosas, feliz, viaja por el mundo azul de los sueños.
Avisa el tiempo, es mi parada y toca bajarme, una última mirada a aquel ángel, mientras mi noche se abre ante mi. Una mirada de luz miel sonríe diciendo adiós, mientras escribe una caricia, otra más, en la rosa encarnada de aquellas mejillas. Hoy supe del cielo en la tierra, hoy viví un momento madre, escrito por un ángel con sonrisa de luna llena, mientras la ciudad esconde su tesoro en el laberinto de la noche. 
 
 

                                                    http://youtu.be/447yaU_4DF8