CORAZON
DE PRIMAVERA
Pasea Marzo
entre alfombra verde de siembras con cuerpos inhiestos de versos
verdes y cabezas de espigas en esperanzas. La suave brisa de la tarde
trae aromas de rojo carmín y ojos negros en las frágiles amapolas
que bailan al son de la música del aire. El cielo viste camisa azul
con besos blancos de nubes soñadoras, y el sol, de oro enamorado,
dibuja sombras de luz y encina por los caminos del día, venas de
tierra que conducen la sangre incolora de los sueños. Los ojos se
llenan con la música verde del paisaje, y llega hasta los oídos la
caricia en colores de mil canciones en mil tonos de vidas. Se
desborda el alma y el corazón escribe sensaciones, las manos atrapan
el horizonte de punta a punta y los poros de la piel recogen
sentimientos que nacen a cada paso.
Cierro los
ojos y detengo el tiempo entre los dedos, dibujo ensoñaciones al
compás del arroyo cantarín del Cañuelo, que rima canciones de
agua en su viaje al encuentro con el Guadámez.
Acompañan
sus sones las esbeltas cañas que abrazan el aire con los dedos
verdes de sus hojas y una coral de trinos infinitos resuena en los
rincones sin forma de la dehesa, jilgueros y pardillos, verderones y
perdices, mil cantores alados que dibujan las notas sin partitura de
sus voces en la catedral vegetal de las encinas y los olivos.
Y cada
átomo que me rodea, que me envuelve por doquier es parte de la VIDA,
que escribe vida con distintas letras y formas, paleta en arco iris
de un tiempo y un momento llamado Campillo que llevo conmigo en lo
más hondo para vivirlo cada segundo intensamente...